Miles de cazadores se manifestaron este sábado en València contra las leyes de bienestar animal: “Son leyes represivas y regresivas basadas en un populismo punitivo”, argumentaba Manuel Gallardo, el presidente de la Real Federación Española de Caza.
Ante estas afirmaciones y otras que aseguran que las leyes de bienestar animal obstaculizan la actividad de la caza, desgraciadamente no existe ninguna traba para los cazadores y estamos seguros de que la entrega de los 3.000€ quedará desierta. “El sector de la caza únicamente busca en el sector animalista un chivo expiatorio para justificar la importante disminución del número de licencias de caza y para pedir todavía más dinero público para su fomento”, argumenta Aïda Gascón, directora de AnimaNaturalis en España.
Quien quiera acceder a los 3.000 euros tendrá que demostrar de forma justificada y documentada que la actual ley valenciana atenta e impide la actividad de la caza, ya sea jurídicamente o con casos prácticos homólogos de otras CCAA que tienen actualizado su marco legislativo en materia de bienestar animal. Esta cantidad será donada por un donante anónimo a través de AnimaNaturalis.
La caza es una actividad en claro retroceso en la Comunidad Valenciana, que ha descendido en un 40% en los últimos 15 años. “Es por eso que necesitan salir a las calles para intentar demostrar que son muchos, cuando la realidad es que cada año que pasa son menos”, afirma Gascón.
El número de cazadores en la Comunidad Valenciana lleva más de tres décadas en descenso. En 2021 había un total de 35.000 cazadores en la comunidad, mientras que en 1990, hace 32 años, esta cifra era de 114.000, según datos de la Dirección General de Medio Natural y de Evaluación Ambiental de la Generalitat Valenciana.
A finales del mes de abril, AnimaNaturalis y CAS International publicamos una investigación pionera para mostrar lo que esconde el horror de las monterías, una de las modalidades más características de España. La investigación incluye imágenes que muestran perros malheridos, apuñalamientos, animales de caza agonizando, cazadores suturando las heridas de sus perros sin supervisión veterinaria, e incluso el uso de medicamentos ilegales.
Precisamente por la brutalidad que conlleva y la posibilidad de que sufran heridas y enfrentamientos con otros animales, el uso de perros en batidas en campo abierto está prohibido en la mayoría de estados de la UE. Aparte de España, sólo se pueden utilizar perros en las monterías en Portugal y Francia.
"Aunque lo traten de vender como gestión de la fauna silvestre, la caza no es otra cosa que una actividad recreativa para gente que disfruta acosando y matando animales", sentencia Gascón.
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