El 4 de Junio es un día con un único propósito: El recordar el darles voz y despertar la conciencia acerca de sus derechos.
Porque alrededor del mundo, el 4 de Junio, diferentes personas, todas muy diferentes entre sí pero con algo en común, salen a las calles por los animales, a alzar la voz y a recordar la lucha al lado de miles de activistas que buscan el fin de la explotación animal.
Pero en realidad, el 4 de Junio no termina después de las 12 de la noche, es sólo el inicio de una nueva era de derechos para los animales. El inicio de un nuevo mundo donde todos los animales son tratados con amor, respeto, compasión y amabilidad, sin importar su especie.
Un inicio para recordar el deber moral de hablar por los que no tienen voz, o más bien, cuyo llanto es ignorado. Es tiempo de que se haga lo que se debe hacer, no lo más fácil, hacer lo que es necesario, y no lo que es conveniente.
Como humanos hablamos de paz, de justicia y de igualdad por los derechos de todos, pero por otro lado no tenemos reparos en esclavizar, maltratar y, explotar a todas las demás especies animales que no comparten nuestra “humanidad”.
Cada año más de 200 billones de animales marinos y terrestres son criados y asesinados por nosotros, por la humanidad: para alimentación, moda, cosméticos, trabajo y entretenimiento. Siendo así más de 500 millones de seres vivos al día.
El 4 de Junio, es un día para ser el inicio de ponerse de pie y decir: ¡No más tortura!, ¡No más maltrato!, ¡No más explotación animal!, ¡No más permanecer callados mientras cientos de animales indefensos sufren crueldad, abandono y muerte!
Es el inicio para visibilizar la violencia, la crueldad y explotación que sufren los animales a causa del humano, pero también para educar a las personas, instituciones, empresas y gobierno de lo que pueden hacer para cambiarlo, empezando por nuestra familia, por nuestros vecinos, por nosotros mismos.
Es un día para celebrar los pequeños esfuerzos que hemos tenido hacia un planeta libre de crueldad y con modelos alimentarios más humanos y eficientes, en donde sean respetados a todos los seres vivos que comparten el planeta con nosotros.
Pero también, en donde debemos de hacer consciencia de la obligación moral de seguir luchando por aquellos que no pueden hacerlo, porque están encerrados, amarrados y siendo asesinados. De actuar contra el maltrato animal y construir un porvenir donde toda esta violencia no tenga lugar.
Buscando un futuro, donde cada matadero esté cerrado, donde cada jaula esté vacía; un futuro donde los animales puedan correr libres, donde cada animal reciba el amor, compasión y dignidad que se merece. Donde sus derechos sean respetados.
Pero si queremos ver este futuro convertido en realidad, si queremos vivir en un mundo libre de crueldad animal, no podemos esperar a que otros hagan la lucha que nosotros debemos hacer, el futuro está frente a nosotros, pero nosotros debemos alcanzarlo.
Es un día para no ser indiferente, para unirnos, para levantar la voz: ¡Por los animales, por el planeta y por un mundo más consciente y justo!
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