AnimaNaturalis nos hemos personado este domingo en el municipio valenciano de El Puig, y hemos hecho saber al Ayuntamiento que la tradición de la Trencà dels Perolers, que se celebra cada mes de enero durante las fiestas en honor a Sant Pere, es un festejo denigrante que no solo perjudica directamente a los animales, sino que contribuye a banalizar sus vidas ante la atenta mirada de los más jóvenes, quienes aprenden que usar los cuerpos de animales muertos por diversión, está bien.
Por eso hemos pedido al Ayuntamiento reformar esta actividad para evitar un maltrato innecesario y un desprecio hacia la vida animal que vulnera los principios de las actuales leyes de protección animal, al igual que ha sucedido con otras festividades y tradiciones, puesto que las tradiciones pueden y deben evolucionar de manera que no supongan crueldad hacia los animales.
Cada vez son más los municipios que deciden adaptar sus fiestas y tradiciones con el fin de mantenerlas y, a la vez, respetar la creciente sensibilidad y empatía hacia los animales. Por ejemplo el reciente caso de Lekeitio (Bizcaia), que desde 2022, y después de 300 años de tradición, celebra sus fiestas ‘Antzar Eguna’ libres de maltrato animal, optando por gansos de goma en vez de gansos de verdad. “No tiene sentido sacrificar animales para una fiesta”, aseguraba el alcalde, Koldo Goitia, sobre esta particular fiesta en la que los jóvenes se agarraban de gansos colgados a una cuerda hasta que el cuello del animal se partía. Antiguamente se hacía con gansos vivos, luego se pasó a utilizar los gansos ya muertos, y finalmente se ha optado por reemplazar a los animales por imitaciones realistas.
Matar de forma expresa a ratas, para luego meterlas dentro de una piñata y usarlas para lanzarse sus cuerpos los unos a los otros, supone una banalización de la vida de los animales en una fiesta de dudosa legalidad. El Código Penal prohíbe, desde 2023, matar animales domésticos o silvestres que no sea por los motivos expresamente tipificados.
En agosto, el Comité de los Derechos del Niño planteó una recomendación a todos los estados en el Comentario General nº 26, en su apartado G) sobre el ‘Derecho a no sufrir ningún tipo de violencia’ en la que se dice que “los niños deben ser protegidos de todas las formas de violencia física y psicológica y de la exposición a la violencia, como la violencia doméstica o la infligida a los animales”.
Esta petición tiene un encaje evidente en cualquier acto público o privado que genere violencia sobre animales, aunque estos estén ya muertos.
Por eso, desde AnimaNaturalis hemos instado al Ayuntamiento de El Puig a asumir un liderazgo legislativo en la materia, apostando por reformar la fiesta anual.
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