“Es hora de que la Blanca Mérida deje de mancharse con la sangre de los toros asesinados en la Plaza de Toros local”, así lo expresaban nuestros compañeros de AnimaNaturalis en Mérida, Yucatán, este domingo 18 de marzo de 2018, armando un buen grupo para dar la cara por los toros.
El mensaje de estas protestas conlleva más allá de expresar un rechazo a esta actividad. La intención es abrir un diálogo con el gobierno municipal a fin de concientizar a la población sobre el maltrato animal que implican las corridas de toros, y por ende, prohibir éstas.
VIOLENCIA GENERA MÁS VIOLENCIA
Como lo defendió nuestra compañera, la activista Stephanie Munguia Castillón, corresponsal de AnimaNaturalis en Yucatán: “Este tipo de prácticas no debe existir. La violencia genera más violencia”,“Sabemos que hay intereses económicos y políticos, pero debemos pensar en los animales lastimados”.
Cabe destacar que, en Mérida todavía se permite la asistencia de menores de edad a estos espectáculos, algo que la Organización de Naciones Unidas (ONU) ya ha advertido, aseverando que es dañina “no sólo para el desarrollo del niño, sino para la salud de la sociedad”. Lamentablemente, para este día 18 de marzo de 2018, muchos niños asistieron a la corrida de toros en Mérida
En México existe un rechazo generalizado hacia la tauromaquia (según Parametría, más del 80% de los mexicanos está en contra y apoyaría la prohibición de las corridas de toros); no obstante, es uno de los 8 países donde aún se mantiene esta cruel tradición.
Se ha demostrado científicamente que todos los animales poseen un sistema nervioso y la lidia representa para el toro una de las peores torturas a que puede ser sometido un animal. Puyas, arpones y espadas le son encajadas, provocando que las más de las veces muera ahogado en su propia sangre.
La tauromaquia tiene un impacto socialmente negativo pues promueve la indiferencia hacia el sufrimiento ajeno, el abuso de poder, la insensibilidad y la violencia. Ninguna tradición o actividad económica debe sostenerse de la tortura y muerte de otros individuos.
Asimismo, como lo mencionó Sthepanie, no hay razón económica para sostener empleos relacionados con las corridas, y tampoco hay daño si se erradica, ya que se trata de una actividad que surge por temporadas, y que supone un ingreso extra, mas no un salario fijo para la gente involucrada.
Cabe destacar que la tendencia internacional es redefinir las diversiones y empleos sustentados en actos crueles. Las plazas de toros reconvertidas en centros comerciales o centros artístico-culturales son mejores alterativas incluso en sentido laboral, a juzgar ejemplos de ciudades como Zacatecas, Lisboa, Barcelona y Caracas, entre otras. Además, actualmente, son tres las entidades mexicanas donde las corridas de toros están prohibidas: Sonora, Guerrero y Coahuila.
Tanto en Yucatán como en todo el país, activistas de AnimaNaturalis y otras organizaciones buscan constantemente presionar a los legisladores a fin de que establezcan la prohibición definitiva de la tauromaquia.
México tiene la oportunidad histórica de convertirse en el primer país -de los ocho donde las corridas de toros aún son permitidas- que prohíba la tauromaquia, dando muestra y ejemplo de avance en la protección a los animales y en la lucha para erradicar la violencia.
En prensa:
https://www.lajornadamaya.mx/2018-03-18/Asociacion-Anima-Naturalis--da-la-cara-por-los-toros-
http://noticaribe.com.mx/2018/03/18/protestan-contra-corrida-de-toros-en-merida/
https://quintafuerza.mx/yucatan/protestan-corrida-de-toros-en-merida-2/
http://reporteroshoy.mx/wp/protectores-de-animales-exigen-un-alto-a-las-matanzas-de-toros.html
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