Dinamarca, Italia y España se encuentran entre los seis países que han informado casos de coronavirus en granjas de visones, informó la Organización Mundial de la Salud. También Países Bajos, Suecia y Estados Unidos cuentan con casos en sus criaderos, lo que presiona a los estados a reconsiderar una vez más el futuro de esa actividad económica.
La semana pasada, Dinamarca impuso medidas estrictas en el norte del país por las advertencias de que el virus había saltado del visón a los humanos, infectando a más de 200 personas. Ya no es sólo un tema de especulación científica, sino un grave riesgo para la salud de la población. “Creemos que no enfrentar este tema puede ser considerado negligencia por parte de las autoridades”, expresa Aïda Gascón, directora de AnimaNaturalis en España. “Ya se han sacrificado más de 93 mil visones en Aragón por casos de COVID19 en julio, y creemos que es tiempo de tomar medidas definitivas con estos focos de infección, contaminación y crueldad”, dice.
Además de estas medidas de Dinamarca -uno de los mayores productores de pieles de animales del mundo-, el gobierno de los Países Bajos acordó en agosto pasado cerrar permanentemente todas las granjas de pieles de visón para marzo de 2021, tras una serie de infecciones. Millones de visones ya han sido sacrificados de forma preventiva, luego de un brote de coronavirus en aproximadamente 70 granjas de pieles.
Así Países Bajos se une a Austria, Suiza y Reino Unido con la prohibición de granjas de cría de animales para pieles. “Es muy curioso constatar que a medida que algunos países van cerrando sus granjas o creando medidas más restrictivas para la cría de animales para peletería, en España se conceden más licencias y se abren nuevas explotaciones”, dice Gascón. “Hay muchísimas razones medioambientales y éticas para poner fin a la industria de las pieles de animales, y ahora se une esta alarma de salud pública. ¿Cuánto más debemos esperar?”, añade.
En España existen 37 explotaciones de visones (31 en Galicia, una en Aragón, una en el País Vasco, tres en Castilla y León y una en Valencia), donde malviven unos 750.000 animales al año. “No estamos hablando de una industria que ocupe tantos puestos de trabajo como quieren hacernos ver. Si el gobierno fue capaz de cerrar las minas de carbón de Asturias y ofrecer reciclaje laboral para toda esa gente, no es fantasía imaginar que se puede hacer lo mismo en este caso”, dice Gascón. “Si se me permite hacer una sugerencia, diría que esas granjas podrían interesarse por la apicultura”, agrega. “Nuestro planeta necesita una abeja mucho más que un millón de abrigos de piel”.
Necesitamos tu apoyo
AnimaNaturalis existe porque miles de millones de animales sufren en manos humanas. Porque esos animales necesitan soluciones. Porque merecen que alguien alce la voz por ellos. Porque los animales necesitan cambios. Porque en AnimaNaturalis queremos construir un mundo más justo para todos.
Las donaciones puntuales y periódicas de nuestros socios y socias son la principal fuente de nuestros fondos.