Tenemos la oportunidad de poner fin al transporte de animales vivos
Cartagena, España. Tres camiones paralizados bajo el sol inclemente de Cartagena. Ciento veinte terneros deshidratados, hambrientos, abandonados durante horas sin protección. Un buque fantasmal, el Nader-A, esperando para llevarlos a Libia, donde el sufrimiento culminará en matanzas sin piedad. ¿Cuánto dolor puede soportar un ser vivo antes de que su sufrimiento se vuelva insoportable?