El 18 de marzo de 2025 quedará grabado en la memoria de México como el día en que se dejó de derramar sangre de animales inocentes en la plaza de toros. En una sesión que comenzó a las 8 de la mañana, el Congreso local aprobó por mayoría de 61 votos a favor, 1 en contra y sin abstenciones el dictamen que prohíbe lesiones, muerte y el uso de instrumentos punzantes en espectáculos taurinos. "Este es el principio del fin de la tauromaquia en la CDMX", aseguró el coordinador parlamentario del Partido Verde, Jesús Sesma,
A pesar de las hordas de taurinos, galleros y aficionados a las charreadas que protagonizaron penosos capítulos de violencia en las puertas del Congreso, los diputados actuaron como la sociedad les exigía. Los animalistas tuvieron que ser escoltados hasta el Ángel de la Independencia para esperar el momento de la votación, ya que las fuerzas de seguridad no daban abasto para controlar la agresividad de los reaccionarios.
Este es el final de un largo proceso de años en que AnimaNaturalis y las organizaciones miembros de México Sin Toreo han impulsado. Tras la iniciativa ciudadana respaldada por 27,442 firmas, los políticos no pudieron soslayar más este tema. Aunque lo que se demandaba desde la sociedad civil era la abolción total de esta macabra práctica, el dictamen se modificó por la jefa de gobierno Clara Brugada, para proponer un dictamen donde no se terminaba con las corridas de toros, pero sí con la sangre, tortura y muerte del animal en el ruedo.
“Es un paso gigante hacia la extinción de estos espectáculos”, afirma Arturo Berlanga, director de AnimaNaturalis México. “Los taurinos ya han dicho que no aceptarán esta regulación. Sin sangre, no hay negocio”. Pero no todos ven luz al final del túnel. “Esto es una prohibición disfrazada que acabará con empleos y tradiciones”, expresó Raúl Pérez Johnston, abogado de Tauromaquia Mexicana. “Sin muerte, no hay emoción. Sin heridas, no hay arte", agregó.
Entre la ética y el negocio
La discusión no es solo legal, sino moral. Un gran número de estudios científicos confirman que los toros de lidia experimentan estrés extremo: niveles de cortisol se disparan un 400% durante la faena. “Son seres sintientes, no objetos de entretenimiento”, insiste Berlanga, mientras recuerda que, en 2022, la CDMX reconoció a los animales como “sujetos de derechos” en su Constitución. Sin embargo, a los taurinos poco les importa la evolución moral de la sociedad e insisten que es más importante mantener los supuestos 4,000 empleos directos y 12,000 indirectos que perjura la empresa Tauromaquia Mexicana que dependen de la Plaza México. Además, sin entregar fuentes, los empresarios insisten en la exagerada cifra de que esto significará una pérdida de $500 millones de pesos al año. Brugada prometió programas de reinserción laboral para trabajadores afectados, pero insistió que el dictamen es fiel a la Constitución de CDMX.
“¿Qué valor tiene una cultura que se sustenta en el sufrimiento?”, cuestiona Sofía Morín, de México Sin Toreo. “La sociedad ya no tolera ver morir a un animal por aplausos”. Un sondeo reciente de Parametría reveló que el 73% de los capitalinos apoyan la prohibición total. Mientras tanto, el sector taurino amenaza con desafiar la norma: “Nadie pagará por ver un toro intacto tras 10 minutos de capotazos”, dice Jorge Arriaga, líder de Tauromaquia Mexicana.
Estos son los puntos clave de la normativa:
- En los espectáculos taurinos sin violencia se prohíben las lesiones dentro y fuera del evento, así como la muerte del toro dentro y fuera de la plaza. Además, se debe garantizar la protección de su integridad física.
- Se deben proteger los cuernos del toro y/o novillo para prevenir lesiones a otros animales o personas.
- Al finalizar el espectáculo taurino sin violencia, el toro o novillo deberá ser devuelto a la ganadería.
- Se prohíbe la utilización de objetos punzantes que provoquen heridas, lesiones o la muerte del toro o novillo, como la puya, banderillas, estoque, descabellos y puntillas. Solo se puede utilizar el capote y la muleta.
- El tiempo máximo de actuación para cada toro o novillo en el espectáculo taurino sin violencia será de 10 minutos, con un límite de 6 ejemplares por evento.
- La multa será de 2000 a 3000 veces la unidad de medida y actualización vigente, es decir, de 226 mil 280 pesos a 339 mil 420 pesos por cada animal lesionado o muerto.
Para los defensores de los animales, la reforma es un hito, pero no la meta. “Hoy celebramos que el toro ya no morirá en la CDMX, pero mañana seguiremos trabajando para erradicar todo espectáculo que normalice la burla, el acoso o la explotación de un ser inocente”, subraya Berlanga.
Necesitamos tu apoyo
AnimaNaturalis existe porque miles de millones de animales sufren en manos humanas. Porque esos animales necesitan soluciones. Porque merecen que alguien alce la voz por ellos. Porque los animales necesitan cambios. Porque en AnimaNaturalis queremos construir un mundo más justo para todos.
Las donaciones puntuales y periódicas de nuestros socios y socias son la principal fuente de nuestros fondos.