AnimaNaturalis ha denunciado cinco espectáculos con toros celebrados este curso en Catalunya, por presunto maltrato animal e incumplimiento del reglamento de los correbous. Entre otras irregularidades, consideramos que es denunciable la organización de un festejo sin contar con autorización, el uso reiterado de un mismo animal en un plazo de menos de 24 horas, el desplome de animales por agotamiento, el uso de un toro no apto, el uso de pirotecnia dentro de la plaza con las reses dentro y la presunta muerte de un toro después de ser embolado.
AnimaNaturalis presentó este viernes ante la Generalitat las denuncias contra las comisiones taurinas organizadoras y Ayuntamientos de Amposta, l’Aldea, El Lligallo del Gànguil y Vidreres, el único municipio geronés que todavía permite la organización de correbous.
Algunas de las multas se podrían considerar infracciones muy graves y pueden ascender a los 150.000 euros. “En Vidreres fomentan a los participantes, que enlazan el encierro con la noche anterior en plenas fiestas del pueblo, a exponerse a situaciones de alto riesgo”, aseguran, aportando imágenes del festejo del pasado 4 de septiembre. También aseguran que, finalizado el encierro, soltaron a una vaquilla sin permiso, “una infracción muy grave que a los organizaciones les podría costar una multa de entre 60.001 euros a 150.000”, explica Aïda Gascón, Directora de AnimaNaturalis en España. Creen además, que esa misma vaquilla había sido ya utilizada en el festejo de la tarde del día anterior, por lo que no habrían transcurrido aún las 24 horas que marca la ley entre los usos de estos animales. Sin embargo, reconocen que será la Generalitat quien, una vez reúna toda la información, decida si abre expediente sancionador.
También denunciamos la presunta muerte de un toro tras ser embolado con fuego en Amposta. Vecinos de la zona se pusieron en contacto con la entidad y aportaron imágenes, que rápidamente habían circulado entre grupos de whatsapp de la población. AnimaNaturalis asegura que la única manera de poder averiguar lo ocurrido es accediendo a las actas del veterinario a través de una denuncia administrativa. “Si pedimos el acta al Colegio de Veterinarios no nos la facilitarán, y si la pedimos al Ayuntamiento pueden pasar meses hasta que nos la envíen o incluso nunca llegar ni siquiera a atender la solicitud”, se queja Gascón.
En el caso de l’Aldea (Bajo Ebro), interponen una denuncia por un toro ensogado del 13 de agosto que se desplomó antes de finalizar el recorrido y vecinos alertaron a la entidad de que el animal había acabado muriendo. En el mismo municipio pero en fecha 18 de agosto, AnimaNaturalis cree que se utilizó una res no apta según el veterinario, que podría no haber contado con su correspondiente guía sanitaria para el movimiento de animales, y que aún así fue usada para el espectáculo.
Por último, AnimaNaturalis asegura que, minutos antes de empezar el concurso de emboladores de El Lligallo del Gànguil (Bajo Ebro), se hizo uso de pirotecnia, tracas y cohetes durante cinco minutos, cuando las reses estaban en la plaza dentro del cajón. “Aunque la ley no prohíbe específicamente el uso de pirotecnia tan cerca de los animales, creemos que el lanzamiento o uso de estos elementos innecesarios les produce un estrés, pavor y angustia que no debería tolerarse de ninguna manera”, sentencia Gascón.
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